El método GTD es un método para gestionar tareas y proyectos. Fue desarrollado por David Allen, un académico y consultor estadounidense, y se basa en la idea de hacer las cosas. El método te anima a despejar tu mente de tareas innecesarias y a centrarte en lo que es importante. A continuación te explicamos cómo utilizar GTD para ayudarte a conseguir una mayor productividad y concentración. El método Getting Things Done (GTD)
La metodología GTD es una forma de vida que puede ayudarte a ser más eficiente y organizado en el trabajo. En concreto, el enfoque cuádruple de las tareas, los proyectos, los contextos y los plazos, tal y como lo describen David Allen y su empresa, Methods, te permite maximizar tu productividad y eliminar el agobio.
Utilizando esta metodología, puedes tener una comprensión más clara de lo que hay que hacer cada día y de cómo priorizar tus tareas para que hagas primero las más importantes, dejando que las demás esperen hasta que sean más convenientes.
Mediante la metodología GTD, la neuroatención también te ayuda a dividir las tareas en trozos pequeños y procesables, lo que puede marcar la diferencia a la hora de mantenerte centrado en tus tareas durante el día. En resumen, la metodología GTD puede ayudarte a ser más eficiente y organizado en el trabajo, lo cual es esencial para cualquiera que quiera alcanzar sus objetivos en la vida.
¿Cómo hacer el método GTD en cinco sencillos pasos?
GTD, o Getting Things Done, ha demostrado que ayuda a la gente a priorizar sus tareas y a mantenerse productiva. La metodología GTD no consiste en clasificar y archivar toda tu lista de tareas para “cuando tenga tiempo”. En cambio, se trata de utilizar un sistema sencillo, flexible y manejable que te permita identificar y priorizar fácilmente tus tareas más importantes.
El sistema GTD consta de cinco pasos maestros que, a grandes rasgos consisten en:
- Capturar: consiste en sacarlo de tu cabeza y agregarlo a una herramienta de GTD. Si está en tu cabeza corre el riesgo de que se te olvide. Céntrate en reforzar la costumbre de que todo, absolutamente toda tarea que deba ser realizada, tiene que ser capturada por la herramienta de GTD.
- Procesar: la tarea a realizar no sólo tiene que estar capturada en la herramienta. También debe tener un mínimo de procesamiento que permita agregar datos como el contexto de la misma, los documentos relacionados, su relación con otras tareas…
- Organizar: aquí es donde entra el concepto de priorización. Es importante para el método GTD decirle a cada tarea cuál es su orden de prioridad
- Hacer: esta es la parte de la acción, la de ir cumpliendo con las tareas previstas, de forma ordenada, siguiendo un orden de prioridades, y pasando cada tarea al siguiente estadío hasta que se da por completada.
- Revisar: Una último paso dentro del GTD es revisar periódicamente la lista de tareas, para evitar que se vaya quedando ruido que entorpezca la ejecución del método. El día a día muchas veces nos lleva a la entropía, no existe el método de organización perfecto, así que hay que repasar cada cierto tiempo para asegurarnos de que todo lo importante ha ido saliendo y lo que no o se termina o se desecha.
Aplicaciones para hacer GTD
En el mercado hay muchísimas aplicaciones para desarrollar el método GTD. Las hay gratuitas y de pago, y sobre todo las hay freemium, que son aquellas que te permiten usar una parte de manera gratuita pero, si quieres más funcionalidades, es cuando pasas a un plan premium. Algunas de esas herramientas son las siguientes:
- Trello
- Evernote
- ActiveCollab
- Holded
- FacileThings
GTD aplicado a un caso práctico
El método GTD es tremendamente útil para prácticamente cualquier persona en cualquier trabajo. Los trabajadores del sector tecnológico suelen usarlo de manera habitual. Pero puede aplicarse a prácticamente cualquier trabajo. Si eres un abogado que siente que el trabajo le desborda, que tienes demasiados casos, que la diferencia entre cada uno de ellos hace que te cueste trabajo tener claro en qué punto se encuentra cada uno… necesitas GTD.
Tal vez tu caso es más particular, más personal, y no está tan relacionado con el trabajo de manera exclusiva sino que necesitas conjugar y organizar tanto la vida profesional como tu vida doméstica…. necesitas metodología GTD.
O tal vez tienes una empresa y la organización forma parte de tu día a día…. pero no del día a día de tu negocio. Tal vez necesitas que alguien analice los procesos y protocolos de tu compañía y forme a tus empleados sobre cómo ser más organizados y productivos… necesitas el método GTD.
Si te sientes identificad@ con alguno de estos casos, si te sientes atrapad@ en una rutina diaria que no te permite abordar las tareas de manera eficaz, quiero que sepas que puedes contar con una de mis mentorías para ayudarte a encontrar el camino de salida de esa situación. Ponte en contacto conmigo y reserva una sesión personalizada.