¿Crees que tienes un problema de falta de productividad? Has llegado al sitio adecuado. Sigue leyendo y te cuento algunas cosas sobre productividad, qué la afecta y cómo puedes mejorarla.
Quizás uno de tus problemas sea un enemigo muy común: La pereza. Si es ese el caso hemos preparado una serie de consejos sobre cómo vencer la pereza y dejar la procrastinación a un lado que quizás pueda interesarte.
¿Qué es la productividad?
La productividad es una medida de la eficiencia en la producción de bienes o servicios. A menudo se cuantifica como la relación entre la producción y los insumos utilizados en el proceso de producción. Un alto nivel de productividad significa que se puede producir más con el mismo o menos insumo, lo que reduce los costos y mejora la calidad.
Hay muchos factores que afectan la productividad, como la tecnología, el entorno de trabajo, la salud y la motivación de los trabajadores y las prácticas de gestión. Mejorar la productividad requiere un enfoque integral que tenga en cuenta todos estos factores.
Una de las cosas más importantes que podemos hacer para mejorar nuestra productividad es concentrarnos en nuestro trabajo. Cuando nos concentramos, podemos trabajar más rápido y eficientemente. También podemos minimizar las distracciones reservando tiempo para descansar y ocuparnos de los asuntos personales fuera del horario de trabajo.
Otra forma de ser más productivo es establecer prioridades y objetivos. Al saber lo que tenemos que hacer y prepararnos para el éxito, podemos mantenernos en el camino y evitar desviarnos con tareas menos importantes. Por último, es importante cuidar nuestra salud física y mental. Cuando estamos saludables y descansados, podemos concentrarnos mejor y ser más productivos.
Siguiendo estos 10 consejos, podemos ser más productivos tanto en nuestra vida personal como en nuestra vida profesional.
¿Cuáles son los principales elementos de distracción que afectan la productividad?
A mediados de 2019, el New York Times publicó una encuesta en la que se preguntaba a 1.600 empleados de Estados Unidos qué los distraía mientras trabajaban. El objetivo era descubrir los principales elementos de distracción y evaluar su impacto en la productividad.
De acuerdo con los resultados de la encuesta, el 46% de los encuestados dijo que la principal fuente de distracción era el correo electrónico, seguido por las redes sociales (35%), las llamadas telefónicas (19%) y las conversaciones en persona (18%).
El correo electrónico es una herramienta útil tanto para comunicarse con colegas como para mantenerse al día con las tareas pendientes. Sin embargo, cuando se usa de manera excesiva o inadecuada, puede convertirse en una fuente importante de distracción. En particular, el comportamiento insatisfactorio del correo electrónico, como el envío de mensajes no deseados o el acumulamiento de mensajes sin leer, puede ser extremadamente perturbador y dificultar la concentración.
Las redes sociales igualmente: son una fuente magnífica de conocimiento y de interacción social. Pero fuera de control se convierten en un agujero de gusano en el que caer y perder horas sin darse cuenta de lo que está ocurriendo.
Las llamadas y las conversaciones en persona requieren un tratamiento aparte, ya que en muchos casos ocurre que hay personas que exigen tratar por teléfono o en reuniones cosas que facilmente se podrían haber solucionado con un correo electrónico (y aquí veríamos cómo un correo no sería un elemento perturbador sino de mejora de la productividad.
¿Cómo mejorar la productividad en general?
Ser más productivos en general es importante. Ya sea en el trabajo, en el estudio, en tu tiempo de ocio… concentrarte en lo que estás haciendo te va a ayudar a disfrutarlo más, a alcanzar mejores resultados y a que tu tiempo invertido en cada actividad sea un tiempo de mayor calidad.
Estos son 10 consejos para mejorar tu productividad en general:
- Pon orden en tu entorno: un espacio bien organizado te ayuda a concentrarte y a estar menos estresado. No trates de hacer todo a la vez: ponte objetivos y prioridades y enfócate en ellos.
- Utiliza herramientas tecnológicas: la tecnología puede ser tu mejor aliada a la hora de mejorar tu productividad. Existen numerosas apps y programas que pueden ayudarte a llevar un mejor control de tu tiempo y tus tareas.
- Establece límites: aprende a decir “no” cuando sea necesario y no te comprometas más de lo que puedes cumplir. Delega tareas si es posible y rodéate de personas que compartan tu visión de la productividad.
- Planifica: un buen plan te ayuda a ver el panorama general de lo que tienes que hacer y te permite establecer prioridades. No olvides incluir tiempos de descanso y ocio en tu plan, son indispensables para mantenerte motivado.
- Sé flexible: las cosas cambian, así que no te agobies si algo no sale como lo habías previsto. Aprende a adaptarte e improvisar cuando sea necesario, pero no pierdas de vista el objetivo final.
- Mantén una actitud positiva: los problemas y las dificultades surgen, pero no permitas que te derroten. Enfócate en lo que puedes hacer y busca soluciones creativas a los obstáculos que se presenten.
- Toma descansos: el trabajo es importante, pero no puedes obsesionarte con él. Asegúrate de tomar descansos regulares para mantenerte fresco y evitar el agotamiento. Si trabajas demasiado, vas a terminar quemándote y siendo menos productivo.
- Haz ejercicio: el ejercicio físico no sólo es bueno para tu salud, también mejora tu capacidad mental. Dedica unos minutos diarios a hacer ejercicio para mantenerte en forma y mejorar tu productividad.
- Duerme bien: cuando estás cansado, es más difícil concentrarte y rendir al máximo. Asegúrate de dormir lo suficiente para estar descansado y dispuesto a afrontar el día con energía.
- Ten perseverancia: ningún camino es fácil, así que no te rindas ante las primeras dificultades o frustraciones. Mantén la calma y sigue trabajando duro, los resultados llegarán si persistes.
¿Cómo podemos ser más productivos en el trabajo?
Hablando específicamente sobre productividad en el trabajo, aquí te cuento 10 consejos sobre cómo mejorarla adaptándome a la circunstancia concreta de la productividad profesional.
- Planifica tus días de trabajo de la manera más eficiente posible. Toma unos minutos al día para planificar las tareas que tienes que realizar y el orden en el que vas a hacerlas. Puede ser, por ejemplo, lo último que hagas en tu jornada laboral para con la mañana siguiente. De esta forma, no empezarás el día con una lista de tareas abrumadora y te será más fácil llevarlas a cabo de manera eficiente.
- Establece un horario de trabajo y céntrate en cumplirlo. Aunque parezca obvio, muchas personas no siguen un horario estricto cuando trabajan desde casa o en otro entorno flexible. Esto puede ser contraproducente, ya que es fácil perderse en las distracciones si no se establece un límite claro entre el trabajo y el resto de tu vida. Si te es posible, trata de establecer un horario de trabajo y cumplirlo al máximo posible.
- Elimina las distracciones. Apaga el teléfono, cierra las redes sociales y pon la música a un volumen adecuado para que no te moleste mientras trabajas. Si te cuesta concentrarte en tu entorno, considera la posibilidad de usar un software de bloqueo de Internet para limitar el acceso a determinadas páginas web o aplicaciones durante el horario de trabajo.
- Toma descansos regulares. Trabajar sin parar durante horas puede resultar contraproducente, ya que acabarás fatigado y sin energía para seguir avanzando. Toma descansos regulares para levantarte y estirarte, tomar un café o simplemente salir a dar un paseo. De esta forma, podrás recargar baterías y volver al trabajo con mayor energía y concentración.
- Prioriza las tareas más importantes. No intentes hacerlo todo a la vez: prioriza las tareas más importantes y urgence por encima del resto. De esta forma, evitarás desperdiciar tu tiempo en aquellas cosas que son menos relevantes para tu negocio o proyecto.
- Reduce los impulsos multitasking. Hacer varias cosas al mismo tiempo suele ser contraproducente, ya que terminarás haciendo mal todas las tareas y acabarás frustrado/a. Por lo general, es mejor centrarse en una sola cosa y completarla antes de pasar a la siguiente tarea on your list . De esta forma podrás avanzar más rápido y evitar los errores cometidos por falta de atención .
- Delegación. A veces es imposible hacerlo todo solo/a, por lo que delegar tareas es clave si quieres ser más productivo/a en el trabajo. Si hay otras personas que puedan ayudarte , no dude en pedirles su ayuda para llevar a cabo determinadas tareas. Delegando podrás centrar tu energía en aquellas cosas que realmente importan y requieren tu atención.
- Organización. Un buen sistema de organización te permitirá ahorrar mucho tiempo y esfuerzo a largo plazo . Dedica unos minutos al día a organizar tu espacio de trabajo, tu agenda, tus archivos, etc . De esta forma , sabrás dónde encontrar todo lo que necesitas.
- Tacha. Parece una tontería, pero tachar cosas de la lista de tareas pendientes da un plus de motivación, ayuda a seguir trabajando y por tanto la siguiente tarea se afronta con más ganas y, por tanto, más concentrado.
- Haz un recuento al final del día. Este consejo es parecido al primero, pero con otro objetivo. Si al final del día organizas lo que vas a hacer al día siguiente serás más eficiente porque tendrás las tareas organizadas. Pero si además haces recuento de todos los hitos que has conseguido durante el día terminarás la jornada con la sensación de haber cumplido con tu deber. No olvides que la productividad es importane en el corto plazo, pero también en el largo. Transmitir motivación de un día al siguiente te ayudará a ser más productivo.
¿Cómo podemos ser más productivos en nuestras actividades cotidianas?
Ser productivo en tus actividades cotidianas es importante para que no te lleven más tiempo del necesario. Aquí te dejo otros 10 consejos más para ser más productivo en tus actividades cotidianas:
- Enfócate en una sola tarea a la vez. Cuando tratamos de hacer varias cosas al mismo tiempo, generalmente no nos concentramos en ninguna de ellas y terminamos haciendo mal las cosas. Si te enfocas en una sola tarea y la terminas, podrás pasar a la siguiente con mayor facilidad y eficacia.
- Elimina las distracciones. Apaga el televisor, el teléfono celular o cualquier otra cosa que pueda distraerte mientras trabajas. Trata de encontrar un lugar tranquilo donde puedas concentrarte en lo que estás haciendo.
- Establece un límite de tiempo para cada tarea. Si sabes cuánto tiempo vas a dedicarle a cada tarea, serás más propenso a terminarla en el tiempo asignado. De lo contrario, puedes quedarte atascado trabajando en una tarea indefinidamente.
- Hazlo ahora. A veces podemos posponer las cosas porque no nos apetece hacerlas en ese momento. Sin embargo, si te das cuenta de que sólo vas a perder más tiempo posponiéndolas, es mejor hacerlas ahora y sacarlas de tu lista de cosas por hacer.
- Piensa en los resultados. Algunas veces podemos sentirnos abrumados por todo lo que tenemos que hacer. Sin embargo, si nos concentramos en los resultados que esperamos obtener al finalizar la tarea, podremos motivarnos mejor para cumplirla.
- Encuentra tu ritmo ideal. Todos somos diferentes y trabajamos mejor en momentos diferentes del día o con un determinado tipo de actividad. Identifica cuál es tu ritmo ideal y planifica tu día en consecuencia para maximizar tu productividad.
- Toma descansos regulares. Aunque puede parecer contraproducente, tomar descansos regulares puede ayudarte a estar más concentrado y evitar el agotamiento mental. Trata de tomar un descanso cada hora o dos para estirarte, tomar un café o simplemente salir a caminar un poco.
- No te precipites. A veces nos apresuramos para terminar una tarea antes de lo necesario y acabamos cometiendo errores o subestimando el trabajo requerido para completarla adecuadamente. Intenta tomar tu tiempo y hacer las cosas bien la primera vez para evitar problemas posteriores.
- Ten siempre presente tu objetivo final. Algunas veces podemos pierde el foco en lo que estamos haciendo y alejarnos de nuestro objetivo original.. Intenta recordar tu meta final y por qué quieres alcanzarla para mantenerte inspirado y motivado.
- No te rindas ante los obstáculos. A veces los problemas parecen imponentes e inabarcables, pero si no te rindes y persistes, encontrarás la solución. La clave es no desanimarse ante los obstáculos y seguir adel
¿Cómo mejorar la productividad de nuestro tiempo libre?
Una de las principales cuestiones a tener en cuenta para mejorar nuestra productividad es cómo organizamos nuestro tiempo libre. Si bien es cierto que podemos trabajar en varias actividades a la vez, es importante tener en cuenta que no siempre es la mejor opción. De hecho, muchas veces lo único que conseguimos es estresarnos y dispersar nuestra atención, lo que nos hace perder el foco y, por ende, ser menos productivos.
Por esta razón, una de las mejores maneras de mejorar nuestra productividad es planificar nuestro tiempo libre de forma adecuada. Debemos decidir qué actividades vamos a realizar y en qué orden, y fijar unos límites claros entre ellas. De esta forma podremos centrarnos en cada una de ellas y completarlas de forma más eficiente.
Disfrutar plenamente de nuestro tiempo libre sirve también para darnos ese premio por el buen trabajo realizado en nuestro tiempo de “obligación”.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es la importancia de descansar adecuadamente. Es fundamental tomarse un tiempo para descansar y recargar las pilas entre una actividad y otra. De esta forma podremos rendir al máximo en cada una de ellas y no acabaremos agotados antes de terminar.
En resumen, si queremos mejorar nuestra productividad, debemos planificar nuestro tiempo libre de forma adecuada, descansar adecuadamente entre actividades y fijar límites claros entre ellas.
¿Qué consecuencias tiene la falta de productividad?
El bajo rendimiento es un grave problema en nuestra sociedad. Afecta a todos los ámbitos de la vida, desde el trabajo hasta la vida personal. Según un estudio de la OCDE, el coste anual por falta de productividad en España es de unos 70.000 millones de euros. Esto equivale al 3,5 % del PIB. La falta de productividad tiene diversas consecuencias, tanto a nivel individual como colectivo.
A nivel individual, las consecuencias de la falta de productividad pueden ser diversas. En primer lugar, puede causar estrés y ansiedad. Cuando no somos productivos, tenemos la sensación de que no estamos haciendo lo suficiente y esto puede generar mucha tensión. También puede afectar negativamente a nuestra autoestima, ya que nos sentimos inútiles e ineficaces. Por último, la falta de productividad puede llevar a la aislamiento social, ya que evitamos interactuar con otras personas cuando no cumplimos con nuestras obligaciones.
A nivel colectivo, la falta de productividad también tiene importantes consecuencias. En primer lugar, se traduce en un mayor índice de desempleo, ya que las empresas no pueden permitirse el lujo de mantener a empleados que no sean productivos. Además, un país con baja productividad es menos atractivo para los inversores extranjeros y esto puede tener un impacto negativo en su economía. Por último, la falta de productividad tiene un impacto negativo en el bienestar general de la población, ya que se traduce en salarios más bajos y peores condiciones de vida.
¿Cómo puedo ayudarte a mejorar tu productividad?
La falta de concentración genera mala productividad, y eso genera estrés y ansiedad. Y lo peor es que el estrés y la ansiedad generan falta de concentración, por lo que se entra en un círculo vicioso del que es muy difícil salir.
Gracias a mi método en 6 pasos puedo ayudarte a salir de esa rutina que te impide desarrollarte como persona y como profesional. ¿Quieres que hablemos, para que así puedas contarme en detalle qué te ocurre y cómo podría ayudarte? Solicita hoy mismo una mentoría conmigo y te enseñaré que es posible salir de esa situación que ahora mismo te persigue y te enreda.